MUSEO NACIONAL DE ARTE ROMANO

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Fue inaugurado en septiembre de 1986 por sus majestades los Reyes de España y por el presidente de la república Italiana, Francesco Cossiga. Ocupa una superficie de 4.500 metros cuadrados. Al allanar el terreno para su construcción, se encontraron unos restos arqueológicos romanos muy interesantes que se pueden visitar en la llamada cripta del museo. Una vez dentro del edificio  y colocados en una pequeña pasarela o puente, se pueden distinguir dos partes del museo. La primera es la parte administrativa con biblioteca, talleres de restauración, salón de actos, tienda…
La segunda parte es el museo propiamente dicho. Se divide en 10 salas transversales a 3 alturas. Las tres primeras salas están dedicadas a los espectáculos públicos: Teatro, Anfiteatro e Hipódromo. La sala primera cuenta con las pinturas romanas que se encontraban en el anfiteatro.


Podemos observar el combate de un gladiador que lleva una lanza y tiene una protección en su brazo izquierdo. La leona se dispone a atacarlo. En la siguiente sala se puede observar la cabeza velada del emperador Octavio Augusto realizada con mármol de Carrara, canteras famosas de Italia. A medida que vamos visitando el museo, apreciaremos numerosos mosaicos colocados en la pared. Son los suelos que cubrían las diferentes dependencias de las casas romanos. Actualmente, mediante un laborioso procedimiento son colocados en la pared. En época romana las teselas (piedras que componían estas obras de arte), se colocaban pieza por pieza como se puede observar en el siguiente grabado.

Fuente: La vie privée des hommes au temps des romains. editorial Hachette

Llama la atención en la nave central una de las columnas del Templo de Diana. Mide 10,30 metros de longitud y se puede apreciar el estuco que la revestía. Los romanos eran muy prácticos.  Construían una columna de granito, material sencillo y la revestían con este material, dándole un aspecto final suave y rico a la vez.  Si miramos con detenimiento la siguiente pieza, nos podremos imaginar las proporciones enormes que tendría el edificio a la que pertenece.

Basa de una columna.

Las salas IV y V están dedicadas a las religiones: la oficial y las orientales. Los dioses principales, la Tríada Capitolina, compuesta por Júpiter , divinidad celeste.  La diosa Juno, protectora de la condición femenina. Por último, Minerva, diosa protectora del ejército, del trabajo y de las corporaciones profesionales. La antigua colonia de Augusta Emerita tendría un capitolio, posiblemente en el foro provincial, donde eran venerados dichos dioses. Otros dioses son: Venus , protectora de la fecundidad y el amor. 


En la fotografía anterior,  la vemos junto a Eros, montado en un delfín. Mercurio , dios del comercio y mensajero de los dioses. Tenía unas pequeñas alas en los tobillos que le servían para ascender al cielo para llevar los mensajes. Posee una lira, instrumento musical hecho con un caparazón de tortuga. Ceres, diosa de los cereales y del campo. Protectora de la agricultura, estaba colocada en la escena del teatro romano, junto a Proserpina, Plutón… Dentro de las religiones orientales, cabe destacar el Mitreo, templo romano de grandes dimensiones situado debajo de la actual plaza de toros.  Allí, se rendían culto a dioses egipcios como Isis o Serapis. Mitra era un dios de origen persa , representado con gorro frígio, una pequeña cabeza de león en el pecho y una serpiente rodeándole todo el cuerpo. En la siguiente fotografía podemos verlo.


Llegamos a la sala VI, dedicada a los ritos funerarios. Había 2 métodos de enterramientos: Inhumación: Colocar el cadáver en una tumba. Incineración: Quemar el cadáver y depositar las cenizas en una urna, por ejemplo. Las tumbas podían ser de diferentes formas y materiales: La Fosa era lo más sencillo, cavar un agujero en la tierra y colocar el cadáver o las cenizas del difunto. Los sarcófagos podían ser de plomo o de piedra. Eran tan grandes por que a parte del cadáver, los familiares del difunto colocaban el ajuar; es decir, cosas que el difunto utilizaría en la otra vida: Peines, espejos, cuchillos... Tumbas con tejas a dos aguas. Las urnas, recipientes para colocar las cenizas del difunto de materiales como el plomo, cerámica o mármol. Otro elemento importante era el monumento visible. La estela y la placa funeraria. La cupa, bloque de granito tallado en forma de medio tonel. Los columbarios o tumba colectiva.


En la fotografía anterior podemos observar el brocal de un pozo de una casa romana. Todavía se aprecian las marcas de las cuerdas.
Finalmente, las tres últimas salas están reservadas a los foros: el provincial y el municipal. Mérida, debido a su importancia tuvo 2 foros. El municipal, con edificios de ámbito municipal, y el provincial, con edificios de ámbito provincial.  
En la primera y segunda planta se puede hacer un recorrido a través de la vida de los romanos. Que monedas usaban, que joyas, anillos, pendientes… llevaban. Que vidrios y cerámicas utilizaban. Su sistema para alumbrarse (lucernas). Sus profesiones. El retrato romano…

2 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Un reportaje muy bueno. Visité el museo hace ya un montón de años, así que poco recuerdo de sus piezas, aunque sí las impresiones tan favorables que me produjo. Tendré que volver... Saludos cordiales.

AugustaEmerita dijo...

Hola Isabel. Por lo menos, con este post lo puedes recorrer de nuevo.
Saludos

 

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