En la fotografía anterior, podemos observar que había estatuas en las hornacinas. En algunos tramos de la pared existían unas especies de habitaciones relacionadas con el culto al emperador. En las partes inferiores, quedan todavía restos del mármol que revestía las paredes.
El agua de lluvias caía por las cubiertas del pórtico al canal situado en la parte inferior. Estaba revestido de mármol, a juzgar por los restos encontrados. En la siguiente fotografía podemos apreciar mejor estos detalles.
El pórtico fue edificado a mediados del siglo I de nuestra era. A partir de estos restos encontrados, el Consorcio de Mérida ha realizado una reconstrucción ideal de como sería esta zona. Solamente, hay que dejarse llevar y ver el dibujo siguiente para viajar en el tiempo a la colonia de Augusta Emerita.
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